Ética
La ética es una ciencia que tiene por objeto de estudio a la moral y la conducta humanas. Nosotros sabemos qué cosa es buena, qué otra cosa es mala, si alguien es respetable o corrupto, leal o indigno, gracias a precisamente la ética, que es la que propone la valoración moral de las personas, acciones o situaciones y por lo tanto será esta misma la que guiará nuestro comportamiento y la que aparezca en momentos que sea necesario obtener una guía de cómo se debe actuar en determinadas oportunidades.
El origen y el estudio de la ética se remontan a la época de oro de la Grecia con sus grandes pensadores. Por ejemplo, en esa época Platón escribió su conocidísimo tratado sobre política denominado La República y Aristóteles también haizo lo suyo con respecto a esta y da origen al primer tratado de ética bautizado Ética a Nicómaco y que proponía que todo ser humano está orientado a encontrar la felicidad o ética eudemónica.
En tanto, el concepto fue ampliamente tratado posteriormente por otros filósofos que proponían una visión absolutamente distinta a la de la antigüedad, tal es el caso de Immanuel Kant, por ejemplo y que sostenía que la moral solo podía estar regida por la razón.
Por otro lado, la ética, se subdivide en varias ramas, como ser la bioética, la ética Hacker, revolucionaria, Kantiana, empírica, entre otras, sin embargo, nos ocuparemos de una de las más conocidas y de la de más corriente aplicación en el mundo profesional, como es la deontología profesional, que forma parte de la ética normativa y es la rama de la ética que se ocupa del estudio de las normas morales y los fundamentos del deber que tendrán que seguir y observar los profesionales de cada ámbito: jurídico, médico, periodístico y que lo lograrán a través de la observación de los postulados sostenidos en los códigos deontológicos, los cuales regulan y reglamentan la profesión y por supuesto marcarán también cuando se este ante un comportamiento no ético de parte de alguno de estos profesionales.
Es que precisamente en profesiones como las de los médicos, los abogados o los periodistas, además de la pertinente formación académica que se necesita para desarrollarlas, es de vital importancia que estos también se ilustren en cuanto a los comportamientos que se alejan de la ética, porque a veces, algo tan preciado como es la vida, en el caso de la medicina y encargada de preservarla a esta es necesario que ya desde la universidad se machaque en este sentido, para evitar futuros dolores de cabeza o pérdidas más drásticas.
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